Para muchos padres, los dientes de sus hijos son una fuente inagotable de preguntas… y entre todas esas preguntas, es habitual cuestionarse cuál puede ser la causa por la que sin motivo aparente manchas blanquecinas en unos o más dientes.

En este artículo veremos cómo se produce la mineralización de los dientes y por qué se puede aparecer un defecto en el proceso.

La formación de esmalte dentario

Los dientes son la parte de cuerpo humano más resistente contra agresiones externas, además de cumplir una función básica para nuestro organismo como es la masticación.

A diferencia de lo que mucha gente piensa, los dientes no están ahí y, de buenas a primeras, deciden aparecer. El proceso de formación de los dientes es complejo y sigue una serie de etapas desde la fase embrionaria hasta que los dientes ocupan su lugar definitivo. Durante todo este proceso puede surgir algún imprevisto que provoque que la mineralización no sea del todo perfecta.

Manchas blancas en los dientes

Cuando en un diente, ya sea de leche o definitivo, aparece una mancha blanquecina más intensa que el resto del esmalte dentario nos referimos a ella como hipoplasia dental y traduce un defecto en la formación del esmalte dentario.

Estas manchas blancas aparecen por un defecto en la formación del esmalte dentario debido a una baja mineralizaron del diente desde antes de su nacimiento, es decir, desde antes que sean visibles por encima de la encía y, por tanto, suelen tener su origen en alguna patología durante el embarazo o la infancia.

Las causas a ese defeco de mineralización del esmalte son múltiples, pero las más frecuentes son las siguientes:

· Déficit nutricional: sobre todo de calcio, fósforo y magnesio. Este déficit nutricional se puede dar en un momento puntual durante las etapas de formación del esmalte. Por suerte, es cada vez menos frecuente gracias a las recomendaciones higienicodietéticas que se dan a las futuras madres y durante los primeros meses de vida del bebé.

· Infecciones: similar al caso anterior, si durante el embarazo o los primeros de meses de vida del bebé se produce algún tipo de infección, (infecciones virales sin mayor relevancia por lo general), se pueden producir daños en la formación del esmalte, y con el tiempo se traducirá en estas manchitas blancas.

· Traumatismos: cuando un niño con dientes de leche se golpea en la boca, ese traumatismo sobre los dientes temporales puede dañar la matriz de los dientes definitivos que se encuentra escondida en su raíz. Si ese daño se ha producido, tras la caída de los dientes de leche es probable que el diente definitivo irrumpa con algún defecto en el esmalte y que se traduzca como una manchita blanca.

· Fluorosis: esta enfermedad se produce por un exceso de ingesta de flúor desde la alimentación. Por suerte, en la gran mayoría de países desarrollados se controla el flúor que contiene el agua que bebemos, por lo que es muy raro que a día de hoy observemos machas blancas en los dientes por este trastorno.

· Caries dental: aunque estamos acostumbrados a ver las caries como manchas oscuras en los dientes, en una etapa inicial pueden ser blanquecinas, ya que en una caries se produce un defecto de mineralización del diente. Estos casos suelen estar acompañados de una deficiente higiene bucodental.

· Enfermedades: existen algunas enfermedades que afectan a la formación del esmalte, como por ejemplo la amelogénisis imperfecta o la celiaquía. Estos casos son raros, pero deben tenerse en cuenta ante un niño en el que observamos en defecto en la formación de esmalte sin causa aparente.

¿Tienen solución?
Cuando observamos una mancha blanca en un diente hay dos aspectos importes que hay que tener en cuenta.

El primero de ellos es que esa mancha traduce que el diente es más débil, ya que el esmalte no está bien formado, por lo que debemos ser muy exhaustivos en cuanto a la higiene dental con cepillado con pasta fluorada al menos dos veces al día para prevenir la aparición de caries. Así mismo, no esta de más que se hagan revisiones periódicas por parte del odontopediatra para valorar la salud bucodental y poder actuar a tiempo.

El segundo aspecto importante es el estético. Quizá en un diente de leche no tiene mucha importancia, ya que sabemos que en unos años ese diente se caerá, aunque en algunos casos se puede optar por hacer un sellado con flúor para revitalizar el diente y cubrir la mancha con algún tipo de resina.

Sin embargo, en el caso de los dientes definitivos esa mancha blanquecina no desaparecerá con el tiempo, por lo que muchos adultos suelen optar por realizar algún tipo de tratamiento para mejorar la estética de su boca. En estos casos, además de las resinas, se puede optar por la restauraciones con carillas dentales de cerámica, además de blanquemientos dentales para disimilar el defecto.